
Esto no sólo ocurre con drogas duras como la cocaína o los opiáceos, hoy tristemente de actualidad. Muchos fumadores intentan dejar el tabaco varias veces y la tentación siempre está ahí. Y lo mismo les ocurre a quienes sufren alcoholismo: corren el riesgo de dejarse llevar en una fiesta o en una reunión de amigos y volver a beber.