
Reparto de las tareas domésticas: avanzamos pero no demasiado
Los estereotipos de género, muy implantados en la sociedad y la cultura, son el origen de esas distinciones que empiezan en la primera infancia y se prolongan toda la vida. Esos estereotipos se plasman en creencias sobre los modos de ser de hombres y mujeres, que se toman como verdades inmutables: “Las chicas son más limpias”, “Los hombres son menos cuidadosos con las cosas”, “Las niñas son ordenadas”, “Los niños son brutos”