
Las distintas lenguas expresan o marcan género de diferentes formas. Algunas simplemente no tienen género. Una clasificación muy extendida considera varios tipos de lenguas: con género gramatical (español, italiano, alemán, que marcan género en todos los sustantivos y pronombres, como en todas las palabras que se combinan con ellos), con género natural (como el inglés, que marca género en pronombres pero no en el resto de las palabras: por ejemplo, “she”/“he”, lo que en español sería “ella”/“él”), con combinación de ambos (noruego, holandés), o sin género (con algunos rastros, como el euskera, o sin rastros, como el turco).